El dolor crónico se define generalmente como un dolor que persiste durando más de tres meses, afectando millones de personas en todo el mundo. Puede manifestarse de varias formas, como dolor postoperatorio, dolor oncológico, dolor orofacial (que involucra el jefe y la boca) y dolor musculoesquelético (que afecta huesos, músculos y tendones). Un tipo especialmente desafiando es el dolor neuropático, que se produce a causa de daños o disfunción en el sistema nervioso. El dolor neuropático a menudo se presenta como sensaciones de ardor, punzadas o descargas eléctricas y puede ser causado por condiciones como la diabetes, el herpes o lesiones nerviosas. A diferencia otros tipos de dolor, no responde bien a los tratamientos estándares como los antiinflamatorios o los opioides.
Gestionar el dolor crónico, especialmente el dolor neuropático, continúa siendo un reto complejo. A pesar de que los medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno o la aspirina pueden ayudar en casos de dolor leve, ofrecen un alivio limitado en casos más graves. Para muchos pacientes, es necesario recurrir a medicamentos más fuertes como los opioides, pero el riesgo de adicción y otros efectos secundarios negativos hace que esta opción no sea el ideal. Muchos pacientes se encuentran en un cruce, enfrentándose a tratamientos ineficaces o alternativas peligrosas.
Ketamina: Una Opción Prometedora para el Dolor Neuropático
Una opción emergente para tratar el dolor crónico y neuropático es la ketamina, tradicionalmente utilizada como anestésico. En los últimos años, la ketamina ha ganado atención por su capacidad de proporcionar alivio a pacientes que sufren dolor crónico intratable. Su mecanismo de acción implica el bloqueo de los receptores de N-metilo-D-aspartato (*NMDA) en el cerebro y la columna vertebral, que están involucrados en la percepción del dolor y la memoria.
Las investigaciones han demostrado que la ketamina es eficaz, especialmente cuando se utiliza en un entorno clínico controlado. Un estudio realizado por Sigtermans y colegas involucró 60 personas con dolor crónico. La mitad recibió infusiones de ketamina, mientras que la otra mitad recibió un placebo. Los resultados fueron notables: aquellos que recibieron ketamina experimentaron una reducción significativa del dolor durante la primera semana, y el alivio duró hasta 12 semanas. Una revisión bibliográfica reciente también encontró que el tratamiento con ketamina podría proporcionar un alivio del dolor que dure más de 30 días en personas con dolor neuropático, aunque por ahora parece que algunos tipos de dolor neuropático (como el síndrome de dolor regional complejo ) podrían responder mejor que otros.
Ketamina y Salud Mental
Más allá de sus propiedades para aliviar el dolor físico, la ketamina también ha demostrado ser prometedora en el tratamiento de los efectos psicológicos del dolor crónico. Condiciones de salud mental como la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT) a menudo coexisten con el dolor crónico. Un estudio de Keizer y colegas destacó la comorbididad entre el TEPT y el dolor crónico, subrayando la importancia de abordar tanto los aspectos físicos como emocionales de estas condiciones. Por lo tanto, es probable que los efectos terapéuticos y de alivio del dolor de la ketamina se puedan mejorar con la psicoterapia asistida con ketamina (KAP), administrada en un entorno supervisado y combinada con apoyo psicológico.
Psicodélicos y Dolor Neuropático: La Evidencia
Además de la ketamina, los investigadores están explorando el potencial de los psicodélicos en el tratamiento del dolor crónico y neuropático. Psicodélicos como la psilocibina, el LSD y el MDMA han sido estigmatizados durante mucho de tiempo a causa de su clasificación como sustancias de la Lista Y, lo cual significa que se consideran con un alto potencial de abuso y sin un uso médico aceptado. Sin embargo, la evidencia apunta que el potencial de abuso de estas sustancias es realmente menor (4), y estudios recientes sugieren que los psicodélicos podrían ofrecer mecanismos innovadores para el alivio del dolor.
A pesar de que la investigación se encuentra en sus primeras etapas, hay evidencia que los psicodélicos pueden proporcionar beneficios analgésicos (alivio del dolor) para varios tipos de dolor, como cefaleas en uva, dolor relacionado con el cáncer y dolor en las extremidades. Por ejemplo, un estudio realizado por Castellanos revisó la evidencia disponible sobre la terapia psicodélica y destacó su potencial para reducir la sensibilidad al dolor en estas condiciones. Además, se ha demostrado que los psicodélicos mejoran significativamente trastornos psiquiátricos como la depresión y lo TEPT, que a menudo acompañan el dolor crónico.
Conclusión
La psicoterapia asistida con ketamina ha emergido como una poderosa opción de tratamiento para el dolor neuropático crónico, ofreciendo esperanza a los pacientes que han agotado las terapias tradicionales. Su capacidad para modular los receptores NMDA permite un alivio significativo del dolor, mientras que su potencial para mejorar los resultados de salud mental refuerza el atractivo. Además, sus efectos psicodélicos pueden ser de utilidad potencial para tratar los problemas de salud mental que a menudo exacerban el dolor si se utilizan con el acompañamiento terapéutico adecuado.
Los psicodélicos, todavía poco investigados, muestran potencial en el tratamiento del dolor crónico, especialmente en entornos terapéuticos controlados. A medida que el estigma que rodea estas sustancias empiece a desaparecer y se realicen más estudios, podrían convertirse en parte de una estrategia más amplia para aliviar el dolor y apoyar a la salud mental.
Todavía queda mucho para descubrir sobre el dolor en si, puesto que investigaciones nuevas y en curso revelan incógnitas previas (como las diferencias de género en la percepción del dolor), pero parece claro que la medicina psicodélica, combinada con pautas de tratamiento claras y apoyo psicológico adecuado, tiene el potencial para mejorar la vida de las personas que sufren dolor crónico y neuropático.
Referencias
- Sigtermans, M. J., et al. (2009). Ketamine produces effective and long-term pain relief in patients with complex regional pain syndrome type 1. Pain, 145(3), 304-311. https://doi.org/10.1016/j.pain.2009.06.023
- Guimarães Pereira JE, Ferreira Gomes Pereira L, Mercante Linhares R, Darcy Alves Bersot C, Aslanidis T, Ashmawi HA. Efficacy and Safety of Ketamine in the Treatment of Neuropathic Pain: A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials. Journal of Pain Research. 2022 Apr;Volume 15:1011–37.
- Keizer, K., et al. (2020). Chronic pain and PTSD: A co-occurring burden. Journal of Pain Research, 13, 2567-2579.
- Johnson MW, Griffiths RR, Hendricks PS, Henningfield JE. The abuse potential of medical psilocybin according to the 8 factors of the Controlled Substances Act. Neuropharmacology [Internet]. 2018 Nov;142(142):143–66. Available from: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0028390818302296?via%3Dihub
- Castellanos, D. (2020). The emerging use of psychedelics in chronic pain management: A review of current literature. Journal of Psychedelic Studies, 4(2), 1-10.
- Niesters, M., Martini, C., & Dahan, A. (2013). Ketamine for chronic pain: Risks and benefits. British Journal of Clinical Pharmacology, 77(2), 357-367. https://doi.org/10.1111/bcp.12094
- Kooijman, M., et al. (2023). Psychedelics in pain research: Challenges and future perspectives. Journal of Psychopharmacology, 37(3), 250-262.
- Stratton H, Lee G, Mahdi Dolatyari, Ghetti A, Cotta T, Mitchell S, et al. Nociceptors are functionally male or female: from mouse to monkey to man. Brain. 2024 Jun 3.
